¿Por qué cruje la tarima flotante?
¿Has notado que últimamente tu tarima cruje cuando caminas sobre ella? Si es así, habrás comprobado que se trata de un ruido muy molesto e incluso irritante, que además genera infinidad de quebraderos de cabeza, ¿verdad?
Antes de nada, debes saber que es normal que la tarima flotante cruja en algún momento, especialmente si se ha instalado encima de otro pavimento, sin retirar el suelo existente.
Por suerte, se puede quitar el crujido de la tarima flotante sin necesidad de desmontarla, y a continuación te vamos a cómo, para que puedas acabar con esos molestos ruidos de una vez por todas fácilmente.
¿Por qué la tarima flotante cruje al pisar?
Son muchas las razones que pueden provocar que la tarima cruja al caminar sobre ella, y a continuación vamos a mostrar algunas de las más habituales:
- La superficie sobre la que se colocó la tarima no estaba bien nivelada. Es fundamental que la solera cuente con un nivel máximo de 2mm por cada metro.
- La solera no estaba limpia y contaba con restos de suciedad.
- La tarima está a expuesta a unos elevados niveles de humedad en el ambiente durante mucho tiempo.
- También puede ocurrir que el ambiente sea excesivamente seco.
- El subsuelo sobre el que se instaló la tarima es de baja calidad o no es el adecuado para la tarima escogida.
- Se ha utilizado un anclaje de baja calidad que hace que el suelo cruja.
¿Cómo quitar el crujido de la tarima flotante al pisar?
La solución al crujido de la tarima dependerá de la causa que esté provocando el ruido:
- Retirar el pavimento:
En caso de que la causa de los crujidos sea que la solera está muy desnivelada, lo más adecuado será retirar todo el pavimento para volver a nivelar la solera. En caso de que el anclaje del pavimento incluya lengüeta en cabeza, posiblemente haya que desechar medio suelo. Si no lleva este tipo de anclaje, por lo general, podrás volver a colocarlo todo sin ningún problema.
- Cambiar las láminas de una zona específica:
También existe la posibilidad de cambiar las láminas de aquellas zonas en las que se presenten los crujidos, ya que eso será síntoma de que dichas zonas estarán afectadas por la humedad. Para ello, hay que reemplazar la tarima y el material aislante.
- Retirar las láminas y limpiar la superficie:
Si los crujidos se deben a que la superficie sobre la que se ha instalado la tarima está sucia, hay que desinstalar el suelo, limpiar la solera en profundidad y volver a instalar. Si la causa era la suciedad, el ruido debería desaparecer.
- Cambiar el aislante:
También existe la posibilidad de cambiar el tipo de aislante por uno de mayor calidad, como una espuma de poliuretano. Esta suele ser una de las soluciones más comunes en la mayoría de casos.
- Rellena el interior de la lámina:
Si los crujidos no se deban a la suciedad ni a la deformidad de las láminas, todo indica a que el problema será la humedad.
En ese caso, puedes optar por realizar una pequeña perforación de la lámina y rellenarla con un material aislante de alta calidad como espuma de poliuretano. Al realizar la perforación, será suficiente con que entre la punta del aplicador.
Para ello, marca con un lápiz las zonas donde se presentan los crujidos y, justo encima, realiza la perforación con un taladro para posteriormente rellenar la zona hueca con el poliuretano. Aplica una pequeña cantidad, ya que este producto es capaz de expandirse y solidificarse hasta cuatro veces el espacio inicial.
Una hora después, vuelve a pisar y comprueba si el crujido ha desaparecido. En ese caso, tapa el agujo con macilla del mismo color de la tarima. De lo contrario, vuelve a realizar el proceso.
Deja la instalación de la tarima en manos de profesionales
Lo más eficaz para evitar los ruidos y crujidos es contratar a una empresa profesional en la instalación de tarima flotante, ya que en la mayoría de casos, estos ruidos se deben a problemas o errores durante la instalación.
Y, en caso de que con el tiempo aparezcan crujidos, la empresa será la encargada de solucionar el problema, garantizando los mejores resultados.